
La impaciencia es una conducta que cada uno de nosotros hemos aprendido. Aunque la vemos reflejada más en niños y adolescentes, los adultos también pueden comportarse de tal manera, que puede favorecerse debido al ritmo de vida de hoy en día.
Se ha considerado la impaciencia como un defecto, pero, a veces, también trae consigo ciertos beneficios, Por ello, en este artículo vamos a explicar tanto los pros como los contras de ser impaciente.
Contras de ser impaciente
1.- Aumenta la ansiedad
La impaciencia ante una circunstancia o evento importante que no ocurre con rapidez para la persona, puede generar un nivel muy alto de ansiedad. Todo ello suele exteriorizarse en malestar físico, nerviosismo, sudoración o dolor, entre otros.
En los casos más graves la ansiedad puede predisponer al desarrollo de obesidad y enfermedades cardiovasculares como hipertensión arterial.
2.- Irritabilidad
Cuando la impaciencia toma el control, empieza a formar parte de nuestra vida diaria. La irritabilidad, mal humor y poca tolerancia, hacen que los días sean cada vez peores para la persona impaciente, afectando también la comunicación y convivencia con la familia, los amigos y los compañeros de trabajo.
3.- Decisiones apresuradas
La poca paciencia hace que tomemos decisiones de forma apresurada. Actuar por decisiones apresuradas puede tener resultados que nos afectan negativamente en nuestra vida personal, e incluso en nuestro trabajo.
Es necesario tomar cierto tiempo, en especial cuando son decisiones o hechos importantes, para plantearse los pros y contras de las diferentes opciones. Es por ello que, hacer y decir lo primero que se nos pasa por la cabeza puede llevarnos a tomar decisiones erróneas.
4.- Frustración
Todos sentimos frustración cuando algo que hacemos no tiene los resultados deseados, pero la persona impaciente, se frustra mucho más fácil sí no obtiene los resultados con más premura, sin tener en cuenta sí los resultados serán favorables o no, así que la frustración pasa a ser un estado de ánimo mucho más frecuente.
Beneficios de ser impaciente
Cuando queremos alcanzar una meta y ver resultados lo antes posible, la impaciencia actúa como aliada a la ejecución de actividades de manera rápida. La persona con tal de tener esa sensación de premio y disfrute con el objetivo planteado, toma la impaciencia como el “motor de arranque” hacia la nueva aventura.
El deseo de realizar un trabajo o simplemente de llegar a un lugar, hace que la imaginación sea la guía para el uso de las herramientas que están a mano, mientras las demás personas (pacientes) esperan una solución justificada.
Allí es donde el arte de improvisar destaca al impaciente, ya que muestra más puertas abiertas para lograr actividades que no creíamos posibles sin una lista de determinados instrumentos.
En conclusión, ser impaciente en dosis razonables tiene ventajas que puedes aprovechar para darle un giro a situaciones en tu vida, con excelentes resultados, y mejor aún con mayor rapidez. Pero no te confíes., ser impaciente no es una virtud, así que hay que moderar esa conducta y aprender a controlarla para tener un estilo de vida más tranquilo y satisfactorio.
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