
Dentro de la psicología, existen multitud de teorías y tratamientos que se han usado durante años para ayudar a las personas a mejorar a nivel psicológico. Una de las áreas más recientes de estudio dentro de la psicología es el cognitivismo, que surge durante los años 60 aproximadamente, para dar respuesta de una forma más científica a los procesos mentales que se dan en las personas, dejando de lado las teorías más basadas en la interpretación, como pueden ser el psicoanálisis que todos conocemos de Sigmund Freud.
Una de estas teorías que surgen dentro del cognitivismo, es especialmente interesante y útil para comprender cómo funcionamos las personas. Fue planteada por Albert Ellis, psicoterapeuta cognitivo estadounidense. Esta teoría explica cómo las personas, a pesar de vivir un mismo evento en concreto, pueden reaccionar a él de manera completamente diferente en función de sus creencias. De estas creencias ya hemos hablado anteriormente y son un pilar fundamental para entender cómo las personas ven el mundo y cómo se enfrentan a él.
Básicamente el modelo se compone de tres componentes que explico a continuación, al final del capítulo se adjunta el esquema:
1-El acontecimiento activador. Sería la llamada parte A del esquema. Sería un evento que le ocurre a la persona a lo largo de su vida, puede ser fortuito o puede haberlo propiciado el mismo. Este evento genera que se produzcan una serie de situaciones problemáticas en la persona. Puede ser externo a la persona, como un accidente, la enfermedad de una familiar, o una discusión, o puede ser interno, como un pensamiento, una fantasía, o una emoción. Es importante destacar que este mismo evento puede ser percibido de forma muy diferente por dos personas y que la magnitud en el nivel de gravedad del mismo diferirá mucho de una persona a otra.
2-Sistema de creencias. Sería la llamada parte B del esquema. Son toda la serie de cogniciones que forman la personalidad y la forma de ver el mundo de la persona. Dentro de esta parte se encuentran pensamientos, recuerdos, imágenes, normas, valores, esquemas que determinan la forma en que la persona percibe las oportunidades y las amenazas. Suelen producirse de forma automática y por norma general son incontrolables. Pueden ser irracionales o racionales. Las creencias irracionales serían las distorsiones cognitivas de las que os he hablado en otros capítulos. Generalmente son pensamientos falsos, y provienen de las auto-exigencias. Contienen una visión muy negativa de nosotros mismos, con exigencias poco realistas y nos llevan a pensamientos catastrofistas o de que no valemos para nada. Son muy peligrosas y están muy relacionadas con la ansiedad y la depresión. Ademas, en muchos casos explican conductas autodestructivas como las adicciones, el ser agresivo o el suicidio.
3-Las consecuencias. La parte C del esquema. Es como reacciona la persona ante un determinado activador (A), que a su vez ha sido modulado por su sistema de creencias C. Como he comentado anteriormente, variará mucho de una persona a otra. Por un lado tendremos consecuencias a nivel emocional y consecuencias a nivel conductual.
Un ejemplo de cómo funciona este esquema sería el siguiente. Imaginemos que suspendemos un examen, este sería el activador A. Según nuestro sistema de creencias B, si somos una persona con una gran autoestima, las consecuencias de suspender dicho examen C, a nivel emocional serían no venirse abajo y pensar que ya tenemos una base y va a ser más fácil aprobar la próxima vez y a nivel conductual podrían ser, organizarse mejor y ponerse a estudiar cuanto antes. En cambio si tenemos un sistema de creencias negativo, las consecuencias serían muy diferentes, a nivel emocional podríamos sentirnos unos fracasados y a nivel conductual, podríamos ponernos agresivos por haber suspendido. Como vemos, el activador A es el mismo, pero en función de cómo funciona nuestro mundo interno, diferirá mucho la consecuencia. De aquí la importancia de trabajar sobre las distorsiones cognitivas.
Ejercicio para esta semana: Analiza una situación que hayas tenido siguiendo este esquema y toma especial atención a interpretación que haces de la situación, observaras que tienes muchas creencias que son erróneas, modificarlas te ayudará a lograr una mejor consecuencia.
«Las personas no se alteran por los hechos, sino por lo que piensan acerca de los hechos». Epícteto.
Dr. Julen Alba
Psicólogo General Sanitario
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